-Hola.
-Ehm... hola.
-Me llamo Iñigo Montoya.
-Uhm... encantado y eso. ¿Y qué se le ofrece, señor Montoya?
-Tu mataste a mi padre.
-¿Lo hice?
-¡Prepárate a morir!
-Eh eh eh, un momento. Calma, joven, calma. Y baje esa espada antes de que nos hagamos daño. ¿Como dice que se llamaba su padre?
-Genaro.
-Lo suponía. Llevo una cuidadosa lista de todos y cada uno de los hombres que he matado para releerla junto al fuego de la chimenea durante las largas noches de invierno mientras sonrío sádicamente (que eso es de primero de villanía) y se positivamente que nunca he matado a nadie llamado Genaro Montoya.
-Montoya es el apellido de mi madre. Tuvo que cambiarmelo para que tus esbirros no me encontraran, bellaco. Mi padre se apedillaba... ¡CONSTANZA!
-Fantástico. Lamentablemente, puedo afirmar sin miedo a equivocarme que jamás he matado a nadie llamado Genaro Constanza. Ustedes los latinos es que se emocionan con esto de las venganzas y no se documentan. Y claro, luego pasa lo que pasa...
-Es que mi padre producía espadas para el mercado norteamericano. Y por aquello del marketing pues se americanizó la denominación de origen. Cambió su nombre de Genaro a Gene...
-Bufffs... la de Genes que he matado. A saber cual...
-...y su apellido de Constanza a Kelly...
-Gasp...
-¿Por dónde iba? Ah, si... ¡PREPÁRATE A MORIR!
lunes, 8 de febrero de 2010
Montoya rima con... con Bezoya...
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2 comentarios:
Inesperado... Sí... Y bastante bueno..
Y el verificador de palbras se haya en un "dilema"
Yo digo "Taquiones"!!
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