martes, 21 de diciembre de 2010

Expofriki 2010: La Mamada de Cthulhu

Capítulo XCMI

Una y otra vez me repetía a mi mismo el mantra que había sido mi luz y guía a lo largo de toda mi vida: "no hay límites al conocimiento, no existe el saber prohibido..."

Mientras tanto, desde las estanterías nos saludaban burlonas las polvorientas portadas de arcanos volúmenes contenedores de blasfemas ideas. Retándonos implicitamente a abrirlos y descubrir los impíos secretos que contenían.

Y posiblemente perder la cordura en el intento.

Estaba el notorio Necronomicon sobre cuya amenaza nos advirtió Lovecraft.

Y no podía faltar el infame X-Force del que ya hablaba Peter David.

Wilson sollozaba histéricamente, su mente naufragando en el maremagnum de caos y locura que nos rodeaba. Larson balbuceaba algo sobre unos abrazos, apenas audible por encima de la cacofonía de gritos y voces circundantes. Fuí yo quien tuvo que sacar fuerzas de flaqueza y arrastrarles hacia adelante aferrado a la esperanza de que ahí delante, en algún lugar, estaba la puerta de salida de esta feria de horrorores y espantos.

Una esperanza que finalmente se tornó vana cuando, sin previo aviso, doblamos la esquina de un stand para encontrarnos cara a cara con una aparición surgida de abisales profundidades que ya eran antíguas cuando la misma Tierra era joven. Una indescriptible forma de mutantes proporciones y engañosa silueta que avanzaba hacia nosotros con reptantes pasos.

Nos apelotonamos aferrándonos los unos a los otros, buscando el consuelo de la compañía humana en la presencia de algo ante quienes eramos menos que hormigas. Mis compañeros de expedición temblaban en violentas convulsiones mientras el blasfemo horror nos sobrepasaba sin prestarnos más atención que la que nosotros podríamos haber prestado a una ameba.

Por un segundo llegué a pensar que íbamos a sobrevivir a la experiencia.

Y entonces lo vimos.

Contemplamos el primigenio abismo cuya simple visión succiona todo atisbo de racionalidad de la mente del pobre desdichado que clava su vista en él. El supremo y monstruoso vórtice donde se concentra la Nada que un día ha de devorar al mismo universo hasta devolver la realidad a la calma absoluta de la entropía. El irresistible remolino de maelstrómica fuerza del que nada que haya caido en sus dominios puede volver a salir.

Estábamos viendo ese escalofriante terror que los hombres han llamado...

...¡¡¡CULOULTHU!!!

Mis compañeros emitieron un último y lastimero quejido, apenas una exhalación colectiva, mientras sus cerebros quedaban vacios de todo atisbo de pensamiento.

Y quizás sea mejor así.

Si, puede que el universo muestre así un poco de compasión, pues no se me antoja castigo más terrible que tener que recordar tal visión por lo que te quede de vida.

¿Que cómo es que yo logré salir de allí con la mente intacta, preguntais?

Ah, bueno, es que eso de seres primigenios enseñándo el trasero puede que sea terrible para vosotros los peninsulares, pero uno vive en Dark Santacruz City, ha visto qué es lo que hay en el fondo del Barranco de Santos y, cada vez que pone la tele, ve cosas como esta...



Así que ya puede venir Nayarlathotep a hacer lo de tocar el piano delante mío o Shub Niggurath a montar el numerito de lanzar pelotas de ping pong que a mi plim.

"+100 a la tirada de cordura" lo llama un amigo mío.

2 comentarios:

Necio Hutopo dijo...

Ese c*l* no le duraría dos minutos a Batman

LoKKie dijo...

palabra de verificacion: "sacto" xD

yo me quede flipando de que por detras fuera tan mono y por delante tan feo xD

por cierto...maelstromico xDDDD vete a sustituir a los de la rae ya xD