Que nadie se llame a engaño.
El hecho de que en aras de la uniformidad ideológica uno deba plegarse ciegamente a todas y cada una de las disyuntivas planteadas en el anterior post no indica que en su origen hayan sido decidias aleatoriamente.
Nada más lejos de la realidad.
Sin ir más lejos, el principio de que los perros son de derechas y los gatos de izquierdas, que a más de uno le podría parecer de dudosa lógica, es una conclusión a la que nuestros ideólogos han llegado tras largas y sesudas deliberaciones.
No podía ser de otra manera. A diferencia de los progres y sus caprichosas elecciones nosotros fundamentamos nuestras opiniones en meditadas y pausadas ponderaciones.
Es por ello que sabemos que los gatos son de izquierdas.
Y los perros de derechas.
martes, 24 de mayo de 2011
Es Fácil ser un Columnista Faccha (71.2): Felinas Palabras
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
;)
Publicar un comentario