El villano se alzaba orgulloso y desafiante.
Su triunfal risa resonaba atronadoramente en la estancia.
En su mano derecha exhibía la jeringa en cuyo interior burbujeaba el exótico compuesto pieza clave en el éxito de su plan.
Su adelantada mano izquierda asía firmemente la flácida carne que caia desinfladamente y al final de la cual colgaba exánime la bamboleante cabeza que...
Ehm...
Creo que mejor os pongo la imagen ¿vale?
Que sois unos guarros y unos malpensados, joder.
jueves, 19 de mayo de 2011
Usando la Cabeza
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1 comentario:
Pues mira que lo de disfrazar la p*ll* de Red Richard nunca se me habría ocurrido...
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