sábado, 5 de enero de 2013

El Expofriki que Vivimos Peligrosamente (9) Todas las Cosas Buenas Llegan a su Fin

Inevitablemente todo lo bueno se acaba.

Pero un final es al mismo tiempo un principio.

El viajero retorna a su hogar, el mismo pero diferente, cual Ulises al que la Odisea ha cambiado para siempre.

Hogar, qué hermosa palabra.

El familiar entorno del que partió hace apenas unas dos semanas que ahora parecen dos años. Volver a contemplar sus lugares y sus gentes causa una tierna y cálida impresión en el corazón del viajero.

Y el hogar responde de la misma manera.

Y así el viajero se encuentra con que, de los dos ascensores con que cuenta su edificio uno lleva estropeado una semana...


...y el otro ha dejado de funcionar esa misma tarde.

Pero no se desanima. No le da patadas en la puerta ni maldice en arameo. Sube los tres pisos felíz y contento sin refunfuñar ni acordarse de los antepasados del inventor del ascensor por linea materna hasta remontarse a la segunda generación de hijos de Adán y Eva.

Y lo hace porque sabe que cuando llege a su casa...


...le espera el familiar y cariñoso recibimiento de los suyos.

Qué mejor colofón para...



1 comentario:

Necio Hutopo dijo...

Anda, lo que son las cosas, a mi me reciben igual en mi casa...