lunes, 4 de marzo de 2013

Pulp Friction: Jungle Jezzabel

De entre la amplia panoplia de ofertas temáticas que ofrece el cuasi inabarcable panorama del pulp clásico destaca por derecho propio el subgénero de las Chicas de la Jungla.

(ayyys) Nooooo, no estoy hablando de féminas laxas en sus obligaciones depilatorias.

Estoy hablando de (prestad atención, que el concepto quizá sea demasiado complejo) CHICAS cuyas aventuras transcurren en la JUNGLA.

Por supuesto, ya en los tiempos del género de Chicos de la Jungla sus compañeras femeninas compartían gran parte del protagonismo.

-¡Ayyyyyy una bichaaaaaaaaaaaa! 
-A ver si tienes mas cuidado, cari.

 De hecho en algunos casos se las podría haber considerado coprotagonistas por derecho propio.

-Es queeee me pillaron por sorpresa y...
-¡Cuánto te pasa esto ultimamente, cari!

Casi robando protagonismo al personaje cuyo nombre ocupaba la portada.

-Te vas a reir, Jo-Jo. venía para casa y de repente me salen unos nativos y...
-¡TU Y YO YA HABLAREMOS EN CASA, GOLFA!

Así que fué cuestión de tiempo que las Chicas de la Jungla, mujeres fuertes, independientes e indomables, alcanzaran el pleno protagonismo que se merecían.

-¡Hombres! ¡Se lo dejan todo tirado en cualquier lado! Claro, luego llega una, tropuiza y... Hum, ¿qué querrán esos simpáticos nativos que vienen por ahí...?

Demostrando un impresionante rango temático desconocido en otros tebeos de la época teóricamente destinados al público femenino.

-Qué curioso, sólo veo siete tentáculos. ¿Dónde estará el octaAAAAJJJJJJJ...

Y es que si algo caracteriza el subgénero de las Chicas de la Jungla es su marcado feminismo, décadas por delante del tiempo que le tocó vivir. Porque si bien es cierto que, como algunas anticuadas feministas radicales lesbianas y brujas se empeñan en señalar, en los títulos de Chicos de la Jungla sus compañeras eran a menudo objeto de secuestro a manos del villano y posterior rescate por parte del héroe titular, en sus propias cabeceras ellas eran las protagonistas absolutas.

Y así, en sus propias colecciones, en los títulos que habían conquistado con valentía y corje, las Chicas de la Jungla probaban que eran aventureras tan capaces como sus contrapartidas masculinas y a diferencia de las casposas historias de las que habían surgido en las que eran meros rehenes rescatables para sus colegas varones en sus nuevos títulos eran ellas...


...las que rescataban a tontas y desvalidas damiselas en apuros.


Es que es lo que yo digo, coño, que cada uno tiene su sitio y la jungla no es un lugar para mujeres.


¡Haberse quedado en su casa cocinando y no se habrían metido en estos líos, cojones!

2 comentarios:

Abnoba dijo...

Y en esos cómics, ¿no mencionarán por casualidad qué acondicionador usan? Cuando yo voy al monte, el pelo no me queda así, y eso que ni siquiera peleo con panteras.
Espera... ¿El secreto es pelear con panteras? ¿Valdrían un par de gatas con mal genio?

Necio Hutopo dijo...

¿Y de rollo bollo había algo?