Hay fotos que congelan momentos en la historia. Escenas que quedan conservadas como mamuts atrapados en una avalancha de nieve cuya carne sigue siendo comestible miles de años después.
Imágenes que acaban convirtiéndose en el quintaesencial símbolo de la circunstancia en que fueron tomadas porque son capaces de expresar mejor que un millón de palabras las fuerzas que desencadenaron ese instante.
Por ejemplo esta.
Estos días la gente ha comentado cómo demuestra el desprecio de esas Nuevas Generaciones del PP, concentradas frente al juzgado en apoyo de Cospedal, riéndose en la cara de un jubilado afectado por la estafa de las acciones preferentes.
La gente no tiene ni idea, claro. Como si eso no llevara pasando años.
En realidad esta foto lo que demuestra es que los únicos que se movilizan son la élite de ladrones de guante blanco (o aspirantes a) que sigue saqueando el país y no tiene intención de parar y que frente a ellos sólo van a salir a la calle aquellos a quienes ya "les ha tocado". Los deshauciados, los que han perdido los ahorros, los ya enfermos... Uno frente a quince. Mientras tanto esa inmensa mayoría silenciosa que tanto alaba Rajoy sigue quedándose en casa viendo el futbol en el canal pagado con la pensión de la abuela esperando que todo mejore. Acabarán saliendo a la calle, claro, cuando les toque directamente a ellos, pero para entonces no quedará nada por lo que luchar.
Torcuato era exactamente así. De verdad creia que el único origen de la crisis era Zapatero por sus concesiones a ETA y los catalanes y su pura maldad izquierdista. Cómo se alegro cuando Rajoy ganó las elecciones por mayoría absoluta gracias a votos esperanzados como el suyo. Miradlo ahora, despues de que su caja de ahorros le robara todos sus ahorros y el gobierno que votó respnodiera tirando milos de millones de euros en rescatarla, más rebelde y concienciado que un antisistema del Blac Block. Hay casos en los que "tarde" vale menos que "nunca". No es que Torcuato fuera tonto, por supuesto. Simplemente se dejo llevar por el borreguismo ciudadano coagulado en el concepto de que hay que tener fé en que los superiores a uno se encargarán de arreglarlo todo. Su recompensa es que jamás volverá a ver su dinero y que, no pudiendo pagarse un asilo decente, en cuatro años tendrá que mudarse a casa de unio de sus hijos para que le atienda una inmigrante ilegal. Tras su muerte su hijo mayor se unirá a una demanda colectiva reclamando sus ahorros que al final no será más que un montaje del despacho de abogados para sacarle el poco dinero que les quedaba a los desesperados.
Tenía que haber sido capaz de pensar en el futuro. Como Borja y Lourdes.
Ahí están, en primera linea, demostrando su inquebrantable adhesión a la futura lideresa Cospedal. Juntos ya han logrado auparse a la dirección de su agrupación de local y esta ha sido la oprotunidad perfecta para destacar. Desde siempre las NNGG del partido que gobierne bullen en un océano de aspirantes a políticos. El padre de Borja cuante historias épicas de lujo y puñaladas traperas de cuando perteneció a las Juventudes del PSOE en los años del felipismo. Ahora es peor, claro, hay muchos más frentes en los que destacar ideológicamente con esto de las redes sociales. Pero esto que han logrado ha sido un éxito mayor que el que podían esperar. No todo el mundo logra convertirse en la misma noticia. Esa noche cuando aparque frente a su casa le dirá a Lourdes que hoy se conforma con besarla y no necesita la paja del viernes. Y es que en celebración del glorioso futuro que se ha labrado hoy planea irse con dos prostitutas.
Tristemente su gesta no será objeto de aprecio por las altas jerarquias del partido sino causa de vergüenza. Esta mal demostrarle a las clases bajas cómo se ríen de ellos no sea que un día se harten de verdad y se echen a la calle en serio. Hacia octubre ambos se irán a Londres a hacer prácticas en bancos de la zona comercial. Allí ella se le abrirá de piernas por primera vez. También abortará. Las dos veces. Borja nunca sabrá que ninguno era suyo. A su vuelta romperán y Borja descubrirá que ya ni siquiera la gente como él puede encontrar trabajo y en lugar de director de sucursal tendrá que conformarse con llegar a contable de Mercadona. Tras dos intentos, Lourdes descubrirá que el truco para asegurarse un marido es NO abortar y pillarle con la paternidad y conseguirá atrapar a un prometedor constructor sólo diez años mayor que ella. Tras llevar la empresa a la quiebra se quedará en dueño de ferretería.
Y es que tendrían que haber hecho como Pablito.
Pablito vive el momento. De hecho cuando han aparcado cinco minutos antes de la concentración él ha sido quien más y más grandes rayas de coca se ha metido. Su fiesta durará todo el fin de semana ("putas ESPAÑOLAS", especificará). Pablito morirá felíz, todavía pensando que su hazaña le ha garantizado un puesto de consejero de algo para el gobierno que salga en las siguientes elecciones cuando la madrugada del lunes, puesto de esnifar viagra molida, se meta en dirección contraria por la M30 y acabe empotrándose contra un autobus urbano matando a ocho de sus ocupantes.
Sí, bueno, quizá Pablito vivía DEMASIADO el momento.
Eusebio intenta llevar una vida más espiritual. Ya a los doce era el más experto felador de su colegio hasta el punto de que los religiosos tenían verdaderas peleas por adjudicarse su tutoría. No hace mucho que ha ascendido a Scout Católico, lo que le ha permitido comenzar a ser recibir sexo oral por parte de niños en lugar de tener que darlo y todo ello sin tener que cargar con la pesadez de la sotana. Su abuela María de la Encarnación presume en el club de cuánto colabora su nieto en los comedores sociales de la iglesia del barrio (y es que gracias a la crisis cada vez te cuesta menos que un pobre se deje sodomizar en el almacén de alimentos). Sin embargo Eusebio acabará descubriendo por las malas que el hecho de que ya no se hable del SIDA no significa que haya dejado de extenderse.
Tal vez debería haber tenido más disciplina.
Beltrán es disciplinado. En uno de los mejores en los torneos de kickboxing de su gimnasio y de los que más altas puntuaciones obtiene en su club de tiro. Ya ha dejado lo de salir en grupo a dar palizas a mendigos porque es hora de ir sentando la cabeza. En un año el kickboxing le parecerá poco y se introducirá política y deportivamente en el valetudo. Irónicamente será el amigo que le introdujo en el tema quien le parta cuatro segmentos de la columna vertebral una noche de sábado a la puerta de un bar intentando imitar El Club de la Lucha dejándolo paralizado del cuello para abajo. Por suerte para Beltrán su familia no estará dispuesta a desconectar su respirador y dejarlo morir. Habría podido tener la tentación de solicitarlo él mismo pero, afortunadamente, dos años antes el gobierno presidido por Soraya habrá eliminado toda posibilidad de eutanasia legal tanto activa como pasiva.
A lo mejor era demasiada disciplina.
Queda Paquita. Pero su pasado, presente y futuro son tan absolutamente patéticos y lamentables que casi me da pena. En realidad no tiene la culpa de su baja inteligencia. Y si hubiera nacido en una familia de personas decentes y trabajadoras es muy probable que hubiera acabado llevando otra vida.
Ah, si, y también está el Richard.
Pero en realidad el no es un futuro pepero, sino un agente de paisano puesto ahí por la delegada del gobierno para que protegiera a los chicos "por si se les acerca un guarro buscnado pelea". A pesar de ser policía el Richard no es mala persona. Pero tampoco se mete en política.
Así que, cuando dentro de cuatro años pongan en la calle a toda su comisaría al iniciarse la privatización de la policía nacional, como tantos otros se lanzará a la calle a manifestarse.
Tarde y mal...
Todo esto, obviamente, no es más que una elucubración en la que los nombres y circunstancias son inventados y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Se trara de una ficción publicitaria rodada en circuito cerrado con especialistas. No lo intenten en sus casas.
A menos que sean ustedes los protegidos cachorros de la plutocracia que sigue mandando en este pais.
1 comentario:
No hay esperanza, decía en un comentario anterior... Salvo, claro está, la Aguirre
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