lunes, 19 de agosto de 2013

Ética de Trabajo

Se están diciendo muchas tonterías sobre la Genial! miniserie Thanos Rising en la que Aaron y Bianchi narran los orígenes del titán loco de... uh... Titan.

Que si lo han convertido en una nenaza llorica.


Que si luego hacen de el un pagafantas salidorro.


En general que han cogido a Hannibal Lecter y lo han rebajado al nivel de Buffalo Bill.


Y que la misma Muerte no sale mucho mejor parada, que queda como una zorra preadolescente calientapollas y manipuladora.


Ay señor, cuándo aprenderán. Quienes dicen eso son cuarentones nostálgicos que echan de menos el Thanos simplón y maniqueo de Starlin, el que leyeron en los lejanos y caducos ochenta y que tienen asociado a sus primeros tocamientos indebidos.

Aaron, otro de los insignes ARQUITECTOS Marvel, está creando el Thanos del siglo XXI. Muchos preferirían seguir leyendo historias ramplonas con la profundidad de un plato de sopa como El Guantelete del Infinito pero por fortuna Quesada sabe que ahí fuera existe un sofisticado público lector que busca algo más serio y adulto. De hecho el Thanos de Aaron no resulta demasiado diferente del complejo y profundo Bane de Nolan, otro Creador que ha abandonado los infantiles y casposos conceptos narrativos de tiempos pasados para alegría de los aficionados a los argumentos Geniales!.

Y respecto a la acusación de que este Todo Nuevo y Todo Diferente Thanos es un cobardica incapaz de hacer daño a una mosca...


...puedo aseguraros que no es así. Thanos sigue matando a manos llenas.

Lo que pasa es que esos desfasados lectores que desearían que el 31 de diciembre de 1999 no hubiera tenido lugar pretenden que el Thanos moderno sea el típico megalómano que impresiona porque apretando un botón vuela un planeta. Y eso es LO FÁCIL.

No. En estos tiempos en que el mundo sabe que la corrupción y el extremismo de los sindicatos aliados con la pereza de los trabajadores han desencadenado una crisis que amenaza con socavar los cimientos del capitalismo lo que verdaderamente resulta anonadador es una ética laboral inquebrantable. Ahora los grandes heroes, y los grandes villanos, lo son por sus excepcionales niveles de productividad.


Y desde luego nadie supera en competititivad a Thanos, un EMPRENDEDOR que ama su trabajo y lleva la Marca Titán allende los confines estelares. ¿Cómo no apreciar el detallismo que aplica en su quehacer genocida que llega al extremo...


...de dejar huevos de pascua como por ejmplo cadaveres que en según qué posición revelan calaveras?

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