Cuán a menudo lo que comienza como una divertida velada de festejo y francachela acaba conviertiendose en traumática noche de rabia y violencia.
Evelyn sólo quería pasar un buen rato con aquellos simpáticos apaches. Todo parecía ir bien. La maravillosa musica étnica, la excelente hierba que fumaban, sus rítmicas y sensuales danzas tribales. Y de repente, en el momento culminante...
Todo se torció.
Su atenta admiración tornose en furioso odio. Sus zalameros halagos en rudos insultos. Se desencadenó una irrefrenable espiral de agresividad que tiñó el aire de la noche de escarlata violencia. ¿Cómo pudo pasar? se preguntaba Evelyn.
¿Cómo hemos podido llegar a esta situación?
¿Acaso los apaches no sabían que...?
¿No se imaginaron que...?
¿Que Evelyn en realidad era un...?
¡Pero si hasta lo ponía en el título!
1 comentario:
Eso pasa por dejarse llevar por la portada y no leer las letras.
Publicar un comentario