Henry los miró con ese gesto de exasperación de quién, en el fondo, sabía que todo iba a salir mal.
Podían haber llegado cuando su unidad fué emboscada por las aviesas tropas niponas.
Podían haber intervenido cuando los supervivientes eran transportados por mar a la fortaleza del General Takamoto.
Podían haber arribado cuando el cruel samurai moderno ejecutaba con la katana de su ancestral clan a sus compañeros uno a uno.
Pero no...
LOS PUTOS MARINES TUVIERON QUE LLEGAR A SALVARLE JUSTO CUANDO LAS JAPONESITAS IBAN A EMPEZAR A INTERROGARLE...
1 comentario:
Los Marines, siempre inoportunos...
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