Es Fácil ser un Columnista Facha (58): Integridad

Como dijo un personaje de Woody Allen "¿lo terrible del holocausto es que cayeron seis millones de los nuestros o que los records están hechos para superarse?".

En su momento la cobertura del descubrimiento de los cadáveres de las niñas de Alcásser fué un hito televisivo. Desde Antena-POOONE-3 Nieves Herro inauguró una nueva era en la telemierda.



En estos tiempos de confusión moral donde es imposible distinguir a los partidos de dercehas de los de izquierdas resulta dificil de creer pero en aquel entonces cada cadena tenía su nicho audiovisual perfectamente definido. Si Tele5 era un show berlusconiano (amén de las primeras conquistas del Imperio Milikito) Antena-POOONE-3 era la continuación directa de la a punto de ser asesinada Antena3 Radio: puro y descarnado amarillismo.

Y qué mejor prueba que su clásica cobertura del Caso del Asesino de la Katana.



(el vídeo de Antena-POOONE-3 ya no está en Youtube, este de TVE1 dice las mismas chorradas pero echo de menos la voz cavernosa del locutor describiendo "el mismo pelo... ¡LA MISMA CHAQUETA!...")

El especial De Tú a Tú (impagable ese fundido de la musiquilla de la intro a la cara del padre) viene a ser el momento fundacional del género. Todos los elementos están ahí. La grabación del llanto de los padres. Las clásicas preguntas a los familiares de las víctimas ("¿cómo te sientes?", "¿qué es lo que pides?" y "¿qué le harías al asesino?"). Y el eje central: un presentador compungido que aparenta compasión mientras hace desfilar todos los detalles.

Pepe Navarro vió la apuesta y la subió llevando a uno de los padres, Fernando García, al clásico Esta Noche Cruzamos el Mississippi. García y el presunto criminólogo Juan Ignacio Blanco se dedicaron a exprimir el caso, día a día, durante meses. Destapando poco a poco los detalles del informe de la autopsia como si se tratara de un strip tease.



Además Navarro añadió otros componentes ahora esenciales en el género.

La conspiranoia, la idea de que la falta de resultados policiales implica que los investigadores no quieren resolver el caso debido a que tras él se coultan poderosos intereses (como en las películas) lo que ha llevado a mas de una turba en tiempos recientes.

El rol del periodista como investigador en busca de la verdad que la presunta justicia no quiere destapar (como en las películas).

Y finalmente mostrar al espectador de todos los escabrosos detalles no como titlantes shows morbosos sino como evidencias judiciales. Como si todo fuera una presentación de pruebas en un juicio paralelo en el que la audiencia fuera el jurado (como en las películas).

Y a pesar de que cometieran un error de cálculo que les ha costado caro (a Navarro no, claro) al dar nombres, su Alcasser 2.0 se convirtió en el estandar del periodismo patrio.

Ha habido muchas niñas muertas tras las de Alcasser pero pocos juicios paralelos tan ejemplares como el del caso Rocío Wanninkhoff. Durante meses las reinas de las mañanas insistieron un día tras otro en la culpalbilidad de Dolores Vázquez con la inestimable colaboración de profesionales del género como Paco Pérez Abellán.

En lo que resolvían un veredicto nulo resultó que Vázquez era inocente porque el asesino era Tony King (mira tú, también como en las películas, pero en este caso dejando fatal a los periodistas). La madre de Rocío no ha acabado en la cárcel sino yendo a la tele a que una medium le ponga en contacto con su hija, lo que no se si es peor.

El hecho de que no hubiera ni cadaver ni detenidos en el caso de Madeleine McCann no impidió que se discutiera dónde estaba enterrado su cadaver o el juicio paralelo de individuos imaginarios. Mi preferido es el Retrato del Secuestrador Sin Rostro.

Uno imaginaría que un ser sin cara habría sido fácil de encontrar. Debe ser que lo ocultaba esa mafia internacional de pederastas que secuestraba niñas para vendérselas a familias sin hijos de que decían tener pruebas solventes en Las Mañanas de Cuatro.

Pero el Caso McCann aporta una importante novedad al género: familiares ambíguso que pueden ser considerados víctimas dignas de piedad o mentirosos culpables de asesinato ¡al mismo tiempoi! Eso permite a unas cadenas adoptarlos como tertulianos en exclusiva mientras la competencia los condena en juicios paralelos y, adicionalmente, jugar la carta indignadora del presunto inocente que es en realidad el asesino (como en las películas) y la del acusado que resulta ser inocente víctima (ídem). Tanta flexibilidad se agradece en el campo de batalla por las audiencias moderno.

Y si a veces uno se pasa tanto pero tanto que no tiene excusa posible



Pues se aprovecha para entonar un mea culpa colectivo coronado por un no lo haremos más jurando sobre el Libro de Estilo que nunca, pero nunca, oiga, volveremos a dar nombres o mostrar caras de gente que no tenga una condena en firme, que queda de fábula y hasta parece que los periodistas se guien por un código ético y tengan que responder por sus errores.

Y, por supuesto, en cuanto haya otra oportunidad, a volver a hacerlo.



El Caso Marta del Castillo es una auténtica mina para los medios de comunicación. Incluye la ausencia de cadaver, lo que permite jugar la carta Yéremi, pero también acusados del crimen que poder crucificar públicamente y toda una maraña de familiares que cambian de versión cada dos por tres y altamente exclusiva-friendly. Por si todo esto fuera poco uno de ellos es menor, lo que desecndena el bonus en este país matar sale gratis.

La úmtima aportación al género es el verbo "valorar".

No se dice "le metemos un micrófono en la cara al padre de la víctima y le enseñamos al acusado diciendo que él no ha hecho nada para que nos produzca quncie minutos de televisión indignada". Se dice "valorar".

Y el Caso Mari Luz es un terreno abonado para las valoraciones porque su familia abarca todo el posible espectro mediático. Empezando por un padre que no pide ojo por ojo (lo que permite al presentador lucirse alabando su contención), continuando con un abuelo que no se contiene tanto y al que si se le presiona bien se le puede hacer saltar y acabando con una madre a la que poder sacar gritando indignada ante el juzgado, que siempre queda bien en el sumario de las noticias.

Y luego está la familia del asesino.



Circo mediático garantizado.

(otro día habrá que hablar de los videos "homenaje" de Youtube)

Pero en este mundo de guerra a muerte entre emporios mediáticos nadie está a salvo de que le roben el bruto de la sensacional exclusiva y saquen a la luz las partes más vergonzosas.

Tal y como está el tema es dificil decidir qué medio debería ser coronado como el Rey de la Carroña.

Pero ¿el Hipócrita Supremo? Esa es fácil.

Pedrojota y sus muchachos, claro.

Su le dijo la sartén al cazo supera con creces cualquier crítica que pueda hacer Antena-POOONE-3 o cualquiera de las mini TDTaifas.

Estamos hablando del periódico que ocho años después sigue removiendo los cadávers del 11-M para apuntalar el ha-sido-ETA de Josemari y tuvo los cojones gordos y peludos de echarle en cara al juez Bermudes que publicara un libro sobre el tema. Que le intente dar lecciones de ética periodística a Tele5 el periódico que le aceptó pruebas falsas sobre el 11M a una mafia policial sólo puede pasar en España, donde los que ven el negacionista en el ojo ajeno ignoran al pederasta en el propio.

Este pais en el que las víctimas pueden estar tranquilas; el Partido Popular está con ellas.

Pero estar-estar de verdad ¿eh?

No sólo para hacerse la foto.

Y si no que se lo pregunten a los familiares de los muertos del Yak-42.