viernes, 12 de enero de 2007

Maximum Marketing

Debe ser influencia del libro que estoy leyendo en este momento (véase la columna de la derecha, y no, no pienos pronunciar su título español ni mencionar su Genial! traducción) pero de repente miro el cartel de una película y pienso en su estrategia de promoción.

Eres Bob y Harvey Weinstein, la Bestia Bicéfala a la cabeza de Miramax. La amabilidad de un mafioso ruso con sobredosis de speed combinada con el talento para la promoción y el autobombo de George Lucas (y su misma capacidad cinematográfica). Una mañana el jefe de adquisiones te entrega el dossier de su última compra: La Masai Blanca.

Mujer blanca que abandona su lujosa vida europea (suiza, para más señas) por amor para irse a vivir con su novio masai en plena África. Lo tiene todo para ser un título para profesionales urbanas menores de 50 años: amor sin barreras, multiculturalidad, naturaleza exótica y hombretones de casi dos metros. Podrías añadir rescatar a niños huerfanos adoptables de un pais en plena guerra civil, pero la película ya está terminada y no hay presupuesto para más.

El primer paso es buscar los canales de exhibición que la expongan al público target. En este caso sirve cualquier franquicia de cine de arte y ensayo. Los Renoir, por ejemplo. Además, los Reonoir de Tenerife no proyectan cine en versión original (será que los tinerfecños no saben leer, piensas) lo que garantiza un 10% más de público potencial.


Ahora pasas a la planificación del marketing. Pasear a la autora/protagonista es esencial, resalta la idea de que la historia es real y podría pasarle a cualquiera de las espectadoras. Y así, casi por azar, das con la clave promocional de la película.

Casi ninguna mujer admitiría sus ganas de tirarse a un masai. Ya se sabe, las mujeres pretenden ser seres emocionales y etéreos, no como los hombres, que solo piensan en el sexo.

No puedes venderles dos metros de chulazo africano. Así que los envuelves en romanticismo romeoyjulietil con pinceladas de papeles-para-todos que diluyan esas feas implicaciones neocolonialistas. ¡Si! ¡Esa es la clave!

Seguis siendo los mejores, piensas satisfecho de vosotros mismos. Les venderíais neveras a los esquimales. Ahora sólo queda hablar con el departamento de diseño gráfico. El cartel debe seguir el Esquema Maestro de El Cartel de Cine de Acción (explosión, cara de mala hostia y helicóptero, como descubrieron en el UHF, ejemplos aquí, aquí, aquí , y aquí) pero cambiando la cara de mala hostia por cara de pasión, la explosión por una puesta de sol y el helicóptero por la chicha de ébano con niño en brazos (no olviemos el instinto maternal).

Todo va sobre ruedas. Ahora sólo te queda pensar en un buen eslogan. Hmmm, "Una historia real de amor en África". Perfecto. Contiene los elementos clave y subraya la posibilidad de que suceda. Así las espectadoras cuando vuelvan a casa podrán hacerse una buena pa... meditación sobre la naturaleza del ser humano. Si, eso.

Misión cumplida. Te acomodas en vuestro asientos a comer como un hombre, hombre, vuestras hamburguesas cuádruples con coca-cola (light, eso si, pero nada de coca-cola-zero, que suena a bebida de maricones).

Llegan las primeras copias del poster y la carne de ternera transgénica se os atasca en las gargantas. Alguien ha cometido un error. ¿Exceso de entursiasmo, tal vez? Tiene que haver sido ese becario nuevo. ¿Cómo se llamaba?

Jonah Charleston, ¿no? ¿Y porqué esas iniciales te resultan tan familiares?

¿Jota...? ¿Ce...?

PD: Todo lo anterior no lo digo yo, lo dicen los Weinstein, que quede claro, ¿eh?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

a esta pava la hubiera cogido leni riefenstahl y le habría enseñado par de cosas útiles sobre los nubios y sus grandes... acontecimientos sociales

Anónimo dijo...

Cada vez que entro aquí me sorprendo.
Lo tuyo es verdadero talento.

Anónimo dijo...

A ti ese libro te esta llenando la cabeza de pajaros nene,terminatelo de una vez :P
Y a mi sinceramente,no me pone nada el negro africano de dos metros...

E. Martin dijo...

Bueno Lokkie, es que no tienes que pensar en los dos metros de alto, sino en el medio metro de... antebrazo... si, eso... Medio metro de codo a muñeca...