Requiem por el Asterisco

Ahhh... los jóvenes de hoy en día si que lo teneis facil. Cuando yo era joven los tebeos estaban plagados de asteriscos.

¿Qué es un asterisco, os preguntais? Ah, pequeñuelos. Hace milenios los asteriscos dominaban los tebeos. Su hábitat natural eran los diálogos, donde campaban a sus anchas. El desprevenido lector iba leyendo tranquilamente y, sin previo aviso...


...un asterisco se abalanzaba sobre él desviando la lectura a un texto aparte explicativo.

Algunos aparentaban ser inocuos y se limitaban a informar del significado de unas siglas...


...o del idioma en que se estaba hablando.

(Ey, que es Hitler, ¡podría estar hablando en catalán o vasco!)

Pero otros, más insidiosos y dañinos, especificaban en qué momento exacto transcurría la escena respecto a otras series.


Pero la más terrible y sanguinaria clase de asteriscos, aquella que todavía causa pesadillas a aquellos que padecimos su tiranía, son los asteriscos de continuidad. Viles y feroces entes que indicaban que un hecho ¡no había sucedido en el episodio que estabas leyendo en ese momento!


Existen sólidas evidencias de la existencia de devastadores asteriscos que llegaban a indicar episodios de series diferentes a las que habitaban.

Y, en algunos casos extremos, a historias acontecidas décadas antes.


Nuestra geografía está plagada de manicomios llenos de víctimas de las depredaciones de los asteriscos. Vociferantes dementes más allá de toda cura.

Pero, al igual que con otras estirpes anteriores, la Era de los Asteriscos llegó a su fin. Fueron exterminados por meteorito llamado Quesada.

Y asi, hoy en día, el lector de comics puede adquirir un tebeo como el New Avengers: Illuminati...


...sabedor de que no corre riesgo de convertirse en presa de un asterisco que haga referencia a continuidad pasada.

Eso si...


...se va a tener que dejar una pasta gansa en leer Lecturas Esenciales, pero el que algo quiere, algo le cuesta, ¿no?