domingo, 26 de agosto de 2007

Querido Darwin:

Te escribo esta carta para mandarte a la puta mierda.

Años y años creyendo en la evolución, la selección natural de las especies y la supervivencia del más apto. Y al final resulta que todo era una tomadura de pelo. Las risas que te has debido echar a nuestra costa, ¿eh?

Y lo mejor de todo es que la gente se lo sigue creyendo. Y sigue pensando que el ser humano es el Rey de la Creación y la cúspide del proceso evolutivo.

Pero sólo los humanos sería capaces de ser racistas hasta la médula, de odiar a muerte a los negracos y a los sudacas y luego adorar y mantener con su dinero a equipos de futbol compuestos en su mayoría por negros, sudamericanos y por ¡negros sudamericanos!

Sólo los humanos podrían clamar a los cuatro vientos su cristianidad y cómo los moros son los enemigos irreconciliables de su cristiana patria y luego hincharse orgullosos de su mejor monumento nacional: la musulmana Alhambra de Granada.

Solamente un humano podría golpearse el pecho coronado por crucifijo proclamando sus rectos valores morales cristianos y luego apoyar las guerras y la pena de muerte y ridiculizar los servicios sociales de apoyo a los más pobres.

Y sólo un humano enarbolaría la bandera más grande que pudiera encontrar para gritar cuánto ama a su país para luego menoscabarlo contaminándolo, quemando sus bosques, evadiendo sus impuestos y llevándose el trabajo a paises extranjeros de mano de obra más barata.

Joder, si los humanos han llegado a donde han llegado ha sido porque con alguien tendrán enchufe, porque por aptitudes me da que no ha sido. Así que deja de tocar los cojones con esas chorradas de la selección natural.

Que a saber con quién se enemistaron los dinosaurios para que se los quitaran de en medio tan rápidamente.

2 comentarios:

J Calduch dijo...

No, a ver, si Darwin was right, lo que pasa es que el humano ha sido tan pero tan puto amo del cotarro, que ahora se mantiene por inercia. Bienestar asegurado, medicamentos, reglajes educativos...la especie ha hecho mucho, pero que mucho, aunque ahora son muy pocos los que siguen esforzándose (en cosas tan imprescindibles para la supervivencia como las memorias flash de 128 Gb, por poner un ejemplo). Prueba a mandar a un puñado de contemporaneos a la Edad de piedra, que lo primero que harán es buscar dónde conectar el móvil.

Anónimo dijo...

he visto la luz... a follar, a follar, que esto se va a acabar