Ahhhh... el fascinante mundo del automovilismo.
El sol cayendo implacable sobre el asfalto. El agridulce aroma de neumático quemado.
Los coches, rugiendo cual mitológicas bestias, sus mecánicos corazones palpitando a 3000 revoluciones por minuto, impacientes por entregarse apasionadamente a la carrera.
¿Y qué decir de los pilotos? Bravos más allá de toda medida. Jinetes de fieros e incontrolables monstruos metálicos. Exploradores de las fronteras exteriores de la velocidad donde el mismo viento tiene que pararse a descansar.
Si, sin lugar a dudas podría decirse que los pilotos de carreras...
...que son unos superdotados.
jueves, 25 de junio de 2009
Los Autos Locos
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1 comentario:
Ni tanto...
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