jueves, 29 de octubre de 2009

La Casa de lo Horroroso

Allá por los setenta, antes de que las directivas censoras del Comic Code Authority empezaran a relajarse, la Marvel buscó una alternativa para ganarse al lector ya-no-tan-joven. Y esa alternativa fueron las revistas en blanco y negro.

El hecho de ser un formato legalmente difecerenciado de los comic-books hacía que no estuvieran sujetas al Comic Code, así que la editorial, usando como cobertura una distribuidora de su propiedad llamada Curtis, publicó un aluvión de títulos de contenido adulto. La Espada Salvaje de Conan, El Planeta de los Simios, Mundos Desconocidos...

Y La Morada del Horror.

Un título que, ya en su primer número, demuestra su firme voluntad de ir mucho más allá de lo que habían osado ir las clásicas cabeceras de la EC.

Eran los setenta, tiempos de experimentación que produjeron conceptos tan terroríficos que, todavía años después, nadie se ha atrevido a seguir. Sin ir más lejos, en la primera historia, titulada "Ratas" se nos presenta a un jóven hippie que cree que toda vida es sagrada.

Sea la de una rata o incluso la de una cucaracha.

Que, siendo consecuente con sus creencias, no conduce vehículos a motor ni viaja en ellos. ¡Que no come carne!

Y que, llevando esos principios hasta su inevitable conclusión, no... no se...

¿Estais preparadaos para el horror?

...¡¡¡NO SE PONE ROPA DE ORIGEN ANIMAL!!!

Desde luego, estas cosas solo se le podían ocurrir a un guionista emporrado de los setenta. Sólo de pensar que gente así pudiera existir en la vida real... brrrrrr...

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