Ciertamente Anakin Skywalker murió el día que nació Darth Vader.
Su alma ya plenamente cautiva del reverso tenebroso, los chamuscados vestigios de su envoltura mortal fueron fusionados con blasfema tecnología en una impía parodia de humanidad. No, ciertamente no podría haberse llamado Anakin a aquella grotesta amalgama de carne y metal que se alzó de la mesa de operaciones.
Y sin embargo en un supremo insulto a la Fuerza y a todo lo que representa, los ciruganos a las órdenes de los malvados designios del Emperador se aseguraron de que Darth Vader fuera un organismo perfectamente funcional. Y lo fué, demostrando una letal eficacia en todos los campos salvo el espiritual.
Y es que la engañosa maestría con que era capaz de luchar y aplicar los aspectos más tenebrosos de la Fuerza no revelaba cuán poco de Anakin quedaba bajo Darth Vader.
Sus extremidades eran completamente mecánicas.
Sus ojos mayoritariamente cibernéticos.
Su sistema respiratorio era una burda réplica tecnológica.
Incluso órganos perfectamente funcionales habían sido sustituidos pues el Emperador sabía que cuanto más inhumano más tenebroso sería Vader. Todas sus funciones biológicas fueron replicadas por complejos mecanismos.
Bueno, todas, lo que se dice todas...
La verdad es que alguna se la dejaron intacta.
martes, 14 de septiembre de 2010
El Reverso Tenebroso
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1 comentario:
Pero... pero... Se va a manchar la capa...
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