jueves, 23 de diciembre de 2010

Expofriki 2010: Diso los Cría...

Puede que uno a veces sea vehemente en la exposición de sus ideas. Puede que incluso incurra en la defensa numantina a la hora de discutirlas.

Pero si de algo se precia este humilde bloguero es de saber reconocer cuando se ha equivocado y pedir perdón por ello.

Mi error es fácilmente comprensible. ¿Quién no se escandalizaría ante la festiva alegría con que primero Dragó y luego Sortre babeaban pensando en menores de edad? ¿Quién no se hubiera indifgnado ante la completa falta de reacción de sus amos?

Y sin embargo ahora lo entiendo todo. Los dueños absolutos de Telemadrid han obrado sabia y compasivamente, pues ninguno de los dos era en realidad un enfermizo y miserable viejo pederasta baboso al que deberían encerrar para proteger a nuestra infancia, como parecía a primera vista.

Los pobres son simples víctimas inocentes de las circunstancias.

Y es que no tienen la culpa de haber nacido en Madrid.

Esa maldita ciudad en la que no importa dónde vayas.

No importa dónde mires.

Tus ojos se ven expuestos a un interminable desfile de imágenes de tiernos infantes impúdicamente desnudos.

Exhibiendo sin el más mínimo atisbo de recato sus infantiles cuerpos mientras realizan toda clase de actividades.

E incluso siendo usados como si fueran meros objetos sexuales, pedazos de carne cuyo único destino es la satisfacción de los depravados apetitos de los adultos.

No, ni Dragó ni Sostres tienen la culpa de haber acabado convertidos en pervertidos peligrosamente desequilibrados. Eran personas normales y corrientes que desde que nacieron se vieron asaltadas por ese contumaz carnaval de concupiscencia visual. Son simples víctimas de un terrible entorno que merecen nuestra compasión y necesitan ayuda para superar su traumática infancia.

Y ahora comprendo por qué la Conferencia Episcopal quiere construir un Minivaticano en esa ciudad...

2 comentarios:

Necio Hutopo dijo...

No vuelvo a Madrid... Aunque ahora entiendo por qué no ligué nada cuando estuve por allá

Necio Hutopo dijo...

Feliz Saturnalia... O esas celebraciones no llegan a las islas?