¡Salud!

Unos podrían suponer que el hecho de que ya estemos sumidos en una recesión dentro de la otra recesión de la que todavía no habíamos salido significaba el definitivo highlight de la capacidad humana para el mal.

Otros quizás imaginaran que fué La Noche de Tita, con su acaramelado barnuz que convierte en romántico y épico el ascenso social de una noble tragasables la que representó el absoluto summun de la perversión de que es capaz el hombre.

Quizás haya alguno que considere que tras la innoble manera en que Antena 3 nos ha escamoteado El Diario, sin siquiera darle la oportunindad a Sangra de despedirse llorosa tras un nostáligco montaje de sus mejores mohines, nada nuevo queda ya por aportar a los anales de la crueldad.

Os equivocais.