domingo, 1 de enero de 2012

Fé y Esperanza

No, no creo que en el 2012 se acabe el mundo. Ni siquiera creo que la crisis irá a peor. Al final, tarde o temprano, todo se solucionará.

Si, tengo esperanzas. No importa lo grave que sea una situación, tarde o temprano se resuelve y llega la paz.

¿No me creeis? Existen evidencias históricas de ello. No, no voy a hablar otra vez del Ulster o de Sudáfrica. Voy a analizar un caso que los supera a todos de largo: Israel.

¿No es el primer lugar que se os ocurre cuando pensais en resoluciones pacíficas? Eso es porque no sabeis mirar adecuadamente.

Todo comienza con los judíos.

Un grupo étnico que se inventa su propia religión (como todos). Y su dios es el que más mola (como todos) y ellos son SU pueblo elegido superior a todos los demás (como todos).

Hasta aquí nada fuera de lo corriente.

Entonces llega el cristianismo.

Básicamente es la versión 2.0 del judaismo (mas influencias de muchos otros mitos, desde los griegos hasta los sumerios) que convierte la Toráh semita en la precuela de su Nuevo Testamento que narra las aventuras del anunciado Mesías.

El problema es que eso convierte a los judíos en fundadores pero no creyentes de la religión que profesan los cristianos (y pensábais que la manera en que Hubbard fué expulsado de su propia Cienciología era rocambolesca ¿verdad?).

Naturalmente, tal y como opera el ser humano, esta situación sólo puede solucionarse de una manera:

Dándoles a elegir entre la conversión o la muerte. Han sido 2000 años, que se dice pronto, de persecución religiosa. De cristianos masacrando a judíos una y otra vez.

Cada una batiendo el record de la anterior.

Eso por no hablar del antisemitismo reinante en países en los que oficialmente no eran perseguidos. La famosa frase "nunca entraría en un club en el que admitieran como socios a gente como yo" se la soltó Groucho Marx en elegante respuesta a la proposición de admisión de un exlcusivo club de caballeros norteamericano que se negaba a admitirle por su origen judío y sólo lo acepto tras mover todas las influencias que pudo.

Pero en 1947 la ONU decide cortar en rodajas Palestina y donarlos para fundar un estado judío y nace Israel.

Y de repente los cristianos conservadores europeos se convierten en sus mejores aliados.

En la actualidad los herderos ideológicos de quienes persiguieron y exterminaron a los judíos, desde los Reyes Católicos hasta ya-sabeis-quién, se declaran simultáneamente encendidos defensores del estado de Israel y de su enfrentamiento con los palestinos y con el islam. Eso por no mencionar las prebendas concedidas por la Unión Europea y el tan invulnerable como visible lobby judío norteamericano.

¿Absurdo?

Ahhh, señora, el ser humano y yo somos así.

Así que si en apenas unos años los exterminadores y los exterminados pasaron a convertirse en aliados unidos por inquebrantables lazos ¿quién nos dice que dentro de unos pocos más no podría darse la vuelta a la tortilla y fueran los judíos y los musulmanes los que masacraran cristianos en alegre hermandad?

Al fin y al cabo ellos tienen mucho más en común. Adoran al dios de Abraham como los cristianos pero ambos se consideran descendientes directos de él. Celebran muchas fiestas en común y hasta comparten el concepto de "comida prohibida" y la obsesión por cubrir el pelo de sus mujeres. Y eso sin mentar de cuántas maneras los han enculado los europeos a lo largo del siglo XX.

Así que sí, tengo esperanza. Vosotros mirais a Jerusalen y veis un pozo de violencia sin fin donde yo veo laa futura capital de un panestado en que judíos y musulmanes vivan en paz y armonía coordinado ataques contra Europa para recuperar la Alhambra.

¿No os emocionais al pensarlo?

1 comentario:

Necio Hutopo dijo...

Y bueno, por compartir, hasta la genética comparten, pero no se los diga, que se enojan...