Anoche soñé que volvía a Raccoon City.
Todo era casi exactamente como lo recordaba.
Los mismos lugares, el mismo ambiente...
Hasta el extremo de que viendo una puerta cerrada sabía perfectamente qué habría al otro lado.
También volví a encontrarme con viejos amigos.
Que estaban exactamente igual que como los recordaba, no habían envejecido ni un día los jodíos.
Pero por muy real que me pareciera en todo momento sabía que era un sueño.
Aquí y allá pequeñoz y casi imperceptibles detalles me lo sugerian sutilmente.
Estaban ese grupo de leatherones sadomaso fanáticos de las armas y miembros del Club Oficial de Fans de Pyscho Mantis que no paraba de pasearse delante mio...
O ese descarnado y evidente gore cuando todo el mundo sabe que en un Resident Evil de verdad no puede verse ni una mano cortada.
Eso por no hablar de la perenne sensación de estar jugando al Gears of Evil.
¿O acaso era un Left For Resident?
Pero la evidencia más innegable de que todo aquello no era más que un sueño no era el hecho de que pretendieran que me enfrentara a Leon Kennedy...
No.
La nautraleza onírica de la experiencia se me reveló absolutamente obvia más allá de toda duda razonable el mismo instante que una mente deformada por la más completa estupidez congenita...
...¡pretendió ordenarme que levantara mi arma contra Ada Wong!
1 comentario:
Todo lo cual explica, al menos en parte, su ausencia...
Publicar un comentario