lunes, 22 de abril de 2013

Pulp Friction: I Like Chinese

Ahhh, China.

Una tan milenaria como exótica cultura que nos llega de lejanas tierras. Que a nuestros occidentales ojos resulte exótica no es óbice para que más de una de las invenciones de las que disfrutamos a diario provengan de sus escarpadas montañas y verdes valles.

Su oriental ingenio hunde sus raices en su ancestral sabiduría, y esto se hace evidente en todas y cada una de sus manifestaciones artísticas y culturales. Por ejemplo en la propaganda política.

Porque puestos a representar la tradicional y sobre todo inquebrantable amistad entre la República Popular China y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas un artista occidental podría haber elegido decenas de metáforas y de símbolos. Pero fué un chino el que pensó que no había mejor manera de plasmar visualmente tal hermandad...



...que con una pareja de marineros que otea esperanzadoramente el horizonte.

Y fué el mismom creador nacido en la tierra de los mandarines al que se le ocurrió que el mejor símbolo para presidir tan entrañable imagen...


...era un palomo cojo posado sobre unas enrojecidas nalgas abiertas de par en par dos banderas esféricas intersectándose.

Qué sensibilidad tan especial la de los chinos.


No en vano un antíguo dicho vulcano reza que "sólo Nixon puede ir a China". Y todos sabemos que solía ser conocido como "Tricky Dick" ¿verdad?

1 comentario:

Necio Hutopo dijo...

El olvidado arte de hacer carteles sutiles...