Los signos de que ya estamos saliendo de la crisis son tan innegables que los rojiprogres patrios están sufriendo ataques de nervios. Saben que pronto las evidencias del progreso y la recuperación económica seran tan patentes y palpables que cualquiera que pretenda negarlas quedará en evidencia como un ciego que en realidad no quiere ver.
Es por ello que su pataleo cada vez es más frenético. Intentan desesperadamente frenar o abortar (cuán adecuado verbo en este caso) cualquiera de las muchas inicativas mediante las que nuestro amado Rajoy está promoviendo el empleo y la riqueza y sacándonos del pozo de ruina en que nos hundieron los nefastos gobiernos de izquierda radical.
Y no resulta extraño que tan a menudo el objetivo de sus ataques sea la industria energética. Y no se debe únicamente a que históricamente haya sido recurrente blanco de las iras de los emporrados hippis ecologistas. Pocos ejemplos mejores de los valores de creación de riqueza y empleo que encarna la Marca España que las energéticas (como no hace mucho demostraban en nuestros paises hermanos de sudamérica a cambio de crudo rencor y desagradecimiento, pero no esperamos mucho de quienes quinientos años después siguen sin darnos las gracias por haberles otorgado la mejor lengua del mundo y loa única religión verdadera) lo que hace de ellas objetivo a destruir por parte de aquellos empeñados en cercenar de raiz toda reconstrucción nacional.
Y tampoco es que se hayan esforzado mucho en encontrar argumentos nuevos. El viejo y trasnochado recurso de intentar dar miedo con las supuestoas conesecuencias negativas sobre el medio ambiente les sigue viniendo bien. No importa lo absurdamente falso que pueda ser. Uno de estos días se pondrán a gritar que el almacenaje de gases subterraneos causa terremotos o alguna chorrada parecida.
Ahora Soria, sin duda uno de los mejores Ministros de Industria que hemos tenido el privilegio de tener en nuestra democracia, está impulsando la creación de riqueza y empleo en su tierra natal mediante la explotación petrolífera y, como no podía ser de otra manera, se haya enfrentado a hordas de chequistas proetarras y nazis proindependentistas dispuestos a sabotear su proyecto.
Comomuy bien ha dicho Mari Carmen, la Delegada del Gobierno, oponerse a ello es una necedad por parte de Coalición Canaria porque "lo que se va a hacer son dos pinchazos para saber que es lo que hay" Claro que ya sabemos del secular odio que los nacionalistas profesan a todo lo que huela a ESPAÑA y que les lleva a atacar con saña cualquier iniciativa, incluso una cuyo fin último es enriquecer a la misma tierra que dicen representar.
Y para ello vale cualquier argumento. Son capaces de elaborar un unforme que dice que la extracción de petroleo es peligrosa. Que alguien pueda creerse semejante patraña demuestra cómo de efectivo es el lavado de cerebro que la izquierda aplica a sus borregos seguidores. Tanto más cuando ya existe un informe sobre el presunto impacto ambiental que asegura que es inexistente. Y no un informe encargado a algún jipi ecologista amiguete sino uno elaborado por la más cualificada autoridad en el tema de extracción de crudo.
La misma Repsol.
Claro, al Gobierno Canario le ha faltado tiempo para calificarlo de "muy deficiente". ¿Qué iban a decir? ¿Que se niegan a aceptar las prospecciones por pura inquina antiespañola y que prefieren que Canarias siga teniendo el porcentaje de paro más alto del estado español antes que ver cimentados y fortalecidos los ya de por si inquebrantables lazos de hermandad historico-cultural que unen a peninsulares e isleños?
No son sólo los nacionalistas, claro. Sus compañeros de checa radicales de izquierdas también han tenido los redaños de criticar el informe de Repsol. En su ciega rabia frustración al comprobar que poco a poco la ciudadania va retornando a la religiosidad y las tradiciones que ellos pretendieron negarles se dedican a morder cual perro rabioso a todo tema en que que crean que pueden perjudicar al glorioso gobierno nacinal del Frente Popul... perdón, quería decir, del Partido Popular. Y cuentan con una ventaja: los canarios somos de un olvidadizo subido. Tenemos tan mala memoria que somos capaces de soltar 53 millonazos de euros por un terreno que ya era nuestro.
Pero en última instancia su sabotaje será en vano.
No se trata solo de que al pueblo sea imposible engañarle como demuestra el hecho de que las encuestas indican que a día de hoy el Partido Popular volvería a ganar unas elecciones generales. La izquierda, acostumbrada a sus estalinistas prácticas de escamotear y reescribir la historia (pretenden hacernos creer que Franco fué un dictador y un asesino ¿podeis creerlo?) se ha acostumbrado a un público crédulo dispuesto a comulgar con ruedas de molino. Es por ello que se estrellan como un mosquito contra el parabrisas de un coche cuando se topan con hechos sólidos e innegables.
Como el informe de Repsol.
Alguien podría deciros ¿cómo sabeis que ese informe es tan fiable? ¿Cómo estar seguros de que todos sus datos y conclusiones son verídicos?
Y eso tiene una extremadamente simple respuesta.
El informe de Repsol tiene que ser 100% auténtico porque es el mismo que ya han usado dos veces antes en otras prospecciones.
Y si fuera erroneo no lo seguirían usando, ¿verdad?
1 comentario:
Hombre, si hay gente que se recive con tesis copy-paste, ¿por qué no aplicar la misma técnica a los estudios de impacto ambiental?
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