Hace un par de dias os advertí de la ignota amenaza de los cultias lovecraftianos.
Y os lo habeis tomado a cuchufleta, claro, qué bien os conozco.
Sigh...
¡NECIOS! ¡BOTARATES! ¡PORTAGAITAS!
El día en que inconcebibles horrores despierten de su milenario letargo y surgan de abisales y estigias profundidades para sembrar el terror más abyecto y la devastación más absoluta sobre la faz de este orbe que los ilusos humanos osaron considerar su propiedad (pausa para respirar) recordareis mis sabias advertencias. Bajo cielos teñidos de sangre llorareis lágrimas de ceniza y os lamentareis amargamente del día en que elegisteis desoir mis avisos. Cómo, os preguntareis con desgarrada desesperación, cómo pude ignorar las innegables evidencias. Cómo pude no hacer nada tras descubrir...
...que el mismísimo Lovecraft siugue vivo...
...¡y es fan de Tim Burton!
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