lunes, 6 de junio de 2016

Bioética

La ética es la brida que controla el salvaje caballo que es la ciencia. Cientos, miles de historias concluyen con la moraleja de que la investigación desencadenada y sin control sólo puede producir monstruos. Bien lo saben los científicos del planeta Rann.



Sí, vale, la primera impresión que tiene la Liga de la Justicia de Canadá Unida de su proyecto Ultra es horrenda, pero eso es porque el malvado Byth se ha apoderado de él y se ha dedicado a corromper tanto sus intenciones como su metodología.


Porque únicamente los más exaltados principios de concordia y humanidad fueron la gúia del Proyecto Ultra.


Tras mucho meditar los humanistas científicos rannianos descubrieron la ÚNICA manera de detener una cruenta e interminable guerra interplanetaria.



Efectivamente: crear un ser híbrido de todas las razas implicados como símbolo de hermandad. Es una de esas cosas TAN obvia que una vez descubierta uno se pregunta cómo es que a nadie se le ocurrió antes ¿verdad?


Pero OJO, siempre siguiendo implacablemente los más estrictos principios de la ética. ¿Cómo podría ser de otro modo en un proyecto nacido para traer la paz a la galaxia? Tomando muestras en secreto y de manera que no moleste a los donantes. Experimentando según el más rígido protocolo humanitario...


...y luego cuando resulta un híbrido medio retrasado dejándolo encerrado en una burbuja de energía para que no incordie.

*snifs* A mi es que actitudes tan honestas y bondadosas como las de los rannianos me emocionan, oiga usted...

1 comentario:

Necio Hutopo dijo...

A mi me parece una solución la mar de lógica, oiga... Que si lo dejan fuera de la burbuja, no sé yo, se vuelve presidente de gobierno y ya tal.