lunes, 30 de mayo de 2011

Qué Suerte Vivir Aquí: En las Tindayas de la Locura

Hace tiempo que decidí reservar para hoy, el Día de Canarias, esta la señalada fecha en que mi hermosa tierra natal cumple años, una de sus mejores y más legendarias historias. La más espectacular, épica e impredecible. Y la que mejor encapsula la idiosincracia de estas islas esculpidas por la lava y los oceanos.

(no, no me refiero a la leyenda de que el emplazamiento del Aeropuerto de Los Rodeos fué decidido por ingeniores nazis tal que así)

Hoy os invito a adentraros en un territorio ignoto en el que la piedra adopta inconcebibles formas que sirven de umbral a un espacio que no se haya del todo en el continuo de nuestra realidad. Un lugar en el que la misma materia se retuerze en agonía susurrando impíos ecos de lejanas costas. Donde las sombras son de un extraño color pues se deben a luz arrojada hace eones por lejanas estrellas.

¿Podrá vuestra cordura sobrevivir a las enloquecedores visiones que rodean...

...LA MONTAÑA DE TINDAYA?

Desde la noche de los tiempos Tindaya ha sido un foco de abismal y cósmica maldad. Los aborígenes de Fuerteventura lo sabían gracias a esa ancestral sabiduría que caracteriza a las tribus nativas y por ello grabaron en ella enigmáticos e inquietantes petroglifos de advertencia.

Y cualquiera que haya jugado al Hombre Lobo, el Apocalipsis sabe que los ancestrales habitantes de estas atlánticas tierras sabían mucho sobre malignas y primigenias amenazas.

Pero entonces llegaron los genocidas invasores peninsulares (maldigo una y mil veces su estirpe y escupo sobre ellos y sobre sus descendientes nacidos en estas islas que tengan la arrogancia de creerse canarios) y exterminaron y esclavizaron a la población maja erradicando su cultura y tradiciones.

Y lo que debería haber sido recordado eternamente cayó en el olvido.

El anillo acabó en posesión de... Ay perdón, que me lio.

Sabido es que los canarios amamos tanto, pero tantísimo a nuestra tierra que la excavamos y hacemos terrones que enviamos fuera para compartirla generosamente con el resto de la humanidad.

Así que, a principios de los 90, dos desinteresados bienhechores, Compañía Artesal de Cantería de Arucas, S.L. y Cabo Verde, S.A., que en 1982 empezarona extraer la traquita que contenía, un material muy valorado en la construcción.

Y se hubieran salido con la suya de no ser hubieran podido continuar su desinteresada obra de no ser por el insalvable obstactulo que se plantó en su camino: en 1992 la Dirección General de Patrimonio Histórico paraliza la obra. Resulta que tiempo atrás algún listillo de la Consejería de Medio Ambiente la había declarado espacio natural protegido.

Canarias está llena de ellos. Quedan muy bién en los folletos turísticos y son fuente de jugosos fondos de mantenimiento europeos. Que fuera un espacio especialmente valioso debería considerarse razón de más para que se cortara en láminas y se mandara en cajas para ser también disfrutado por el resto del planeta, pero la incomprensica justicia no lo vió así. Bueno, también ha habido alguna multa millonaria que ha tenido que pagar el gobierno autónomo pero en estas tierras macaronésicas el dinero no es problema, se quitan seis milloncejos del presupuesto de Sanidad y cuatro y medio del de Educación y listo.

La cosa estaba complicada. No era como lo del Puerto de Granadilla, que si amenaza a animales que están en la lista de especies protegidas pues se cambia la lista para dejarlas fuera y ya está. No puedes votar una ley que diga que los paisajes están exentos de ser paisajes protegidos.

Y todo se hubiera quedado ahí, convertido en evanescentes volutas de onírico humo de no ser por el imbatible ingenio del complejo político-industrial canario.

En 1993 entra Eduardo Chillida.

Los rumores de que por aquel entonces el escultor vasco ya no estaba en pleno uso de sus facultades mentales son infundados. ¡INFUNDADÍSIMOS! El genial... qué digo genial, Genial! artista tenía un sueño e, invitado a visitar nuestra patria por motivos culturales hayó en Tindaya el emplazamiento ideal para materializarlo.

¿Que cómo era el proyecto del visionario creador del Peine de los Vientos?

Excavar un espació cúbico en su interior con un acceso y dos tragaluces.

¿Y qué pasaría con los desperdicios? ¿A qué desperdicios os referís?

Ahhh, me hablais de todas esas toneladas de piedra traquita que habría que extraer para crear ese espacio de luminosa vacuidad. Bueno, acorde con el firme compromiso de nuestros políticos con la conservación del medio ambiente habría que reciclarlas de alguna manera. A lo mejor hubiera ayudado a ello Canteras Cabo Verde, que formaba la sociedad encargada de la sociedad Proyecto Monumental Montaña Tindaya a medias con Saturno, la empresa semipúblcia de promoción turística del Gobierno de Canarias.

Una jugada maestra.

Y para lograrla sólo había que convencer a jueces y ministerios de que una zona que contiene restos arqueológicos no es un espacio arqueológico y que da cobijo a fauna y vegetación endémica no debe ser un espacio protegido. Y luego están esos ecologistas entrometidos.

Lleva tiempo, claro. Y puñaladas traperas. Y años de contabilidades públicas irregulares. Estas islas no se hayan del todo dentro de los parámetros de lo que se suele entender por "realidad" y es por ello que las matemáticas que aquí funcionan no son las mismas lógicas y euclidianas que se aplican en el exterior. Por eso de repente los 6.000 millones de pesteas que el Gobierno de Canarias dedicó a producir la adaptación cinematográfica de la novela de Vázquez Figueroa Ciudadano Max se desvanecieron en el air de un día para otro. Así, puff.

En cualquier otro lugar un proyecto que lleva casi 18 años paralizado estaría muerto.

Pero Canarias no es cualquier lugar, obviamente.

Los herederos de Chillida siguen luchando denodadamente por llevarlo a cabo. Por aquello de cumplir su voluntad, ¡POR SUPUESTO! En paralelo nuestro gobierno ya desprotegió las especies que lo habitaban al mismo tiempo que despejaba el camino para las obras en Granadilla y ahora aclara que se puede vaciar la montaña por dentro perfectamente sin tocar las piedras con grafitti esas que a los ecologistas les importan tanto.

Y es que, por más que le pese a los enemigos de nuestra tierra, nuestros políticos lucharán hasta su último aliento por sacar adelante el Proyecto Monumental de la Montaña de Tindaya...

...

(espera por ello)

...


..."PESE A QUE EXISTAN MUCHAS PIEDRAS EN EL CAMINO"

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