La clave para la victoria reside en la fuerza de voluntad, pues esta es el motor que impulsa las cualidades necesarias para obtenerla. Persevera en tu curso de acción pues no hay sendero más corto hacia la derrota que la debilidad y el titubeo.
Estamos ante uno de los principios fundamentales que rigen la filosofía que nos planeta Tzu. Una vez establecida una estrategia que nos debe llevar a la victoria es fundamental adherirse a ella hasta el final. Esto no implica, por supuesto, que no debamos abandonarla si se revela fallida o cambian las condiciones que combate que la crearon, pues a lo que se refiere el sifu es a la moral, tanto de la tropa como de sus mandos, y su resistencia al desaliento.
Supongamos que un programa intenta sobrevivir relegado al maremágnum de ínfimas audiencias que reina en las TDTs. La lucha es tan despiadada que hasta las décimas de share se cuentan como tirunfos o derrotas en una batalla que se desarrolla día a día, minuto a minuto. Por si todo esto fuera poco, el programa es teóricamente un espacio de humor pero cuenta con un grupo de humoristas que sólo se dedican a hacer chistes privados como si fuera una reunión de amigos y unos guionistas incapaces de escribir algo que no sea hacerle cámaras ocultas a inmigrantes aprovechándose de su escaso dominio del idioma.
Así que sus responsables adoptan la única estrategia posible en esas circunstancias.
Enseñar chicha recurriendo a una profesional con probada experiencia previa en mantener al público pegado a la pantalla viendo cualquier chorrada a base de menear las domingas ante la cámara.
Hasta aquí todo resulta claro y evidente.
Pero ¿cuál debería ser nuestra si nos halláramos en el bando de los espectadores?
Sólo hay una táctica posible: no ver el programa. Bajo ningún concepto. Eso obligará a los responsables del mismo a incrementar el tamaño del escote y la cantidad de veces que la cámara se recrea libidionsamente en él.
Ante lo cual hay que responder perseverando en la misma línea y viendo cualquier otra cosa que se emita a sesa horas. Es la única manera de forzar al oponente (los diretivos) a incrementar todavía más la cantidad de carne exhibida.
Y, por muy grande que sea la tentación...
...el espectador debe recurrir a su fuerza de voluntad y no ceder.
Sabedor de que su estrategia es la correcta y de que cada punto de share que baja el programa le acerca más al momento en que a los desesperados directivos no les quede otra salida...
...que recurrir al despelote total.
¿Cómo? ¿Que cómo sabreis qué dia va a revelarse Annnna Simón en todo su esplendor si no veis el programa? ¡Muy facil!
Ya os avisaré yo, que me sacrifico y lo veo a diario para poder dar la voz de alarma en el momento exacto. No, no me lo agradezcais, yo soy así de generoso.
Bonus Track: Es posible que el texto anterior haya dado la sensación de que en este blog únicamente se aprecian las cualidades exteriores de las presentadoras televisivas.
Nada más lejos de la realidad.
De hecho en LoE somos plenamente conscientes de lo sabia que es la Madre Naturaleza. Y si bien fué quizá excesivamente generosa al dotar físicamente a algunas de sus hijas, a cambio ha bendecido a las otras con la certera inteligencia necesaria...
...para mantenerse en el candelabro a base de tirarse a un futbolista.
viernes, 20 de enero de 2012
El arte de la Paciencia por Sun Tzu (anotado)
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1 comentario:
Perdón, pero es que no me he enterado... De qué iban las letritas esas que acompañan las imágenes?...
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