viernes, 4 de mayo de 2012

El Espacio Interior

Alienos.

Ya sabemos que vienen a nuestro bonito planeta con solo una aviesa y perversa intención. Es conocimiento público. Vox populi, podríamos decir. Por ello la humanidad ya está prevenida, sabe qué esperar de ellos y cómo protegerse (no dándoles la espalda, por ejmplo).

Sin embagro no debemos olvidar que vivimos en un universo hostil donde impera la más despiadad lucha por la supervivencia. Y las amenazas nos pueden venir por cualquier lado. En nuestro centinela empeño hemos hecho dogma de la frase "vigilad los cielos". Y sin embargo al hacerlo hemos descuidado nuestra vulnerable retaguardia.

Ehm... Estooo... Quiero decir...  ¡EL MAR, IDIOTA, EL MAR!

Esa desconocida dimensión que Jacques Cousteau tan acertadamente denominó "el espacio interior".

Esa profunda e ignota inmensidad que cubre seis cuartos de nuestro apropiadamente llamado planeta azul.

Ese silente manto de oscuridad que cobija indecibles amenazas.



Pero no debemeis llamaros a engaño. El hecho de que las horripilantes criaturas que de él surgen hayan  ascendido de los abismos no, repito NO significa que sus intenciones no sean tan insidiosas como las de las que han descendido de las estrellas.


Así que a ver si dejamos de hacernos preguntas estúpidas, ¿vale?


Porque a estas alturas de la película...


 ...ya sabemos que los alienos, tanto exteriores como interiores...


...sólo andan detrás de UNA cosa.

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